Moneda del Castillo de Xátiva
Variantes: Disponible en color Dorado.
Tamaño: 30 mm diámetro.
La Moneda de Xativa está fabricada con una aleación de distintos metales cobre, zinc, estaño y otros. Mediante procesos químicos y de oxidación conseguimos acabados de gran calidad en dorado, plateado o envejecido según el caso.
El grabado se consigue mediante la técnica de acuñación, utilizamos para ellos matrices o troqueles creados artesanalmente por nuestros grabadores y torneros.
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Información adicional
Color | Dorado |
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Descripción
La Moneda de Xativa está fabricada con una aleación de distintos metales cobre, zinc, estaño y otros. Mediante procesos químicos y de oxidación conseguimos acabados de gran calidad en dorado, plateado o envejecido según el caso.
El grabado se consigue mediante la técnica de acuñación, utilizamos para ellos matrices o troqueles creados artesanalmente por nuestros grabadores y torneros.
Características :
Variantes: Disponible en color Dorado.
Tamaño: 30 mm diámetro.
Historia:
El Castillo de Xátiva es una doble fortaleza situada en la sierra del Castell, sobre Xàtiva. Por la situación estratégica de la ciudad ha sido escenario y testimonio de numerosos conflictos. Dividido en el Castell Menor y el Castell Major, el primero se asienta sobre restos íberos y romanos.
Las sucesivas culturas que han poblado estas tierras lo fueron ampliando y fortificando. Tuvo protagonismo durante las campañas de Aníbal y en el período de Al-Ándalus. Destacó en tiempos del Reino de Valencia, en las guerras contra Castilla. En las de Germanías y en la de Sucesión.
Desde la fortaleza bajan las murallas que abrazaban la Xàtiva altomedieval. Además de sus raíces ibéricas y romanas, la mayor parte de las murallas y torres conservadas son de origen islámico o gótico. En tus paseos por Xàtiva es imprescindible realizar una visita a este fortín. Desde allí disfrutarás de unas espléndidas panorámicas de la población y su entorno.
La fortaleza tuvo uso como prisión de estado de la antigua Corona de Aragón. Por sus mazmorras pasaron presos ilustres. El más destacado fue Jaume d’Urgell, quien se rebeló sin éxito tras ser desestimado como candidato a la Corona de Aragón en el Compromiso de Caspe, en 1412. Cuenta la leyenda que al pasar tanto tiempo en esta oscura celda, al salir a plena luz del día murió al quedarse ciego.
La Ruta de los Borja
permite seguir la huella de una de las familias más poderosas del Renacimiento, que alcanzó fama universal con los papas Alfons de Borja Calixto III y su sobrino Roderic de Borja Alejandro VI. A través del arte y la arquitectura, la Ruta recorre el legado de los Borja por tierras valencianas. Sin duda una de las mejores maneras de acercarse a los personajes históricos es recorrer la ciudad donde nacieron y vivieron, y eso se puede hacer en Xàtiva como en ningún otro lugar.
Hasta mediados del siglo XIV, los Borja fueron una familia más de caballeros. Pero a partir de la Guerra de la Unión, el ejercicio de magistraturas municipales y la adquisición de señoríos les permite reforzar su posición económica. La familia residía en el centro urbano de la ciudad, que en ese momento comprendía un extenso territorio salpicado de alquerías de propiedad señorial, una de las cuales, la Torreta, pertenecía a los Borja. Ubicada a 6 km de Xàtiva, actualmente en el término de Canals, es conocida como la Torre de los Borja, donde nació el papa Calixto III.
En el casco histórico de Xàtiva
se encuentra la plaza de Alejandro VI, donde está la casa en la que ya vivía la célebre familia en 1378 en la que nació el propio Roderic de Borja, futuro papa. La casa fue reformada en el siglo XVI y conserva una puerta dovelada de piedra. De hecho, la plaza, en la época medieval, se la conocía como la plaza de los Borja. Como todas las familias de la nobleza y caballeros de la ciudad, la rama más rica de los Borja decidió erigir una capilla funeraria, escogiendo la iglesia del convento de Sant Francesc, ubicado en el inicio de la señorial calle de Montacada. De estilo gótico cisterciense, fue construida en la segunda mitad del siglo XIV y consta de una única nave con siete capillas laterales.
En el siglo XIV se fundó también el Real Monasterio de Santa Clara, espacio monumental declarado Bien de Interés Cultural. Construido en estilo gótico con reformas posteriores entre los siglos XIV y XVII, fue el más rico y fastuoso de la ciudad, donde Beatriz de Borja ocupó el cargo de abadesa. Santa Clara fue originalmente un monasterio de monjas clarisas, construido por disposición testamentaria de Saurina d’Entença, viuda de Roger de Lauria. Afortunadamente el edificio ha pasado a manos municipales recientemente y se ha incorporado al patrimonio de la ciudad, ganándose así un nuevo espacio visitable.
Alfons de Borja, siendo cardenal, ordenó construir la capilla familiar en el interior de la Colegiata de Xàtiva. La capilla fue derruida en el siglo XVIII; el Museo de Bellas Artes conserva bellos resto de esta construcción del gótico flamígero, como la clave de bóveda y la ménsula del ángel que sostiene el escudo de los Borja, que contiene el mítico toro paciendo emblema de la familia.