Moneda souvenir del Castillo de Peracense
La Moneda souvenir del Castillo de Peracense está fabricada con una aleación de distintos metales cobre, zinc, estaño y otros. Mediante procesos químicos y de oxidación conseguimos acabados de gran calidad en dorado, plateado o envejecido según el caso.
Variantes: Disponible en color Dorado.
Tamaño: 30 mm diámetro.
3,00 €
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Información adicional
Color | Dorado, Plateado, Antiguo |
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Descripción
La Moneda souvenir del Castillo de Peracense está fabricada con una aleación de distintos metales cobre, zinc, estaño y otros. Mediante procesos químicos y de oxidación conseguimos acabados de gran calidad en dorado, plateado o envejecido según el caso.
Variantes: Disponible en color Dorado.
Tamaño: 30 mm diámetro.
Características :
El grabado se consigue mediante la técnica de acuñación, utilizamos para ellos matrices o troqueles creados artesanalmente por nuestros grabadores y torneros.
Historia:
El Castillo de Peracense, situado en lo alto de un peñasco rocoso y muy escarpado, es de arenisca de color rojizo, conocida como rodeno. El uso de esta piedra para la construcción de la fortaleza le permitió integrarse en el paisaje.
El sistema defensivo de Peracense lo moldean tres recintos, así aprovechaba la topografía del suelo y formaba un terreno inexpugnable. En la parte superior se encuentra el núcleo de la fortaleza, residencia principal que ocupó el alcaide y su familia. Además, también albergó la armería y uno de los calabozos.
Para asegurarse el abastecimiento de agua, se habilitó un sistema de recogida y almacenaje, con la presencia de dos aljibes. En el siglo XIV se construyó el recinto intermedio. De trazado irregular, sigue la forma de las rocas, con la función de proteger los puntos más débiles del superior.
En su interior se localizaban la mayoría de los espacios ocupados por la guarnición destinada al fortín, como los dormitorios, las cocinas o la capilla.
Su estructura amurallada es la más potente de toda la fortificación, de 3 metros de espesor y una planta a modo de L. Está reforzada con tres torreones y numerosas saeteras.
Daba cobijo a los aldeanos y sus rebaños en la amplia explanada existente.
El espacio que en la actualidad ocupa el recinto fortificado, habitado desde la Edad del Bronce hasta el presente, se debe a la riqueza minera de la zona.