Moneda turística de Alcalá de Júcar
La Moneda turística de Alcalá de Júcar está fabricada con una aleación de distintos metales cobre, zinc, estaño y otros. Mediante procesos químicos y de oxidación conseguimos acabados de gran calidad en dorado, plateado o envejecido según el caso.
Variantes: Disponible en color Dorado.
Tamaño: 30 mm diámetro.
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Información adicional
Color | Dorado, Plateado, Antiguo |
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Descripción
La Moneda turística de Alcalá de Júcar está fabricada con una aleación de distintos metales cobre, zinc, estaño y otros. Mediante procesos químicos y de oxidación conseguimos acabados de gran calidad en dorado, plateado o envejecido según el caso.
Variantes: Disponible en color Dorado.
Tamaño: 30 mm diámetro.
Características :
El grabado se consigue mediante la técnica de acuñación, utilizamos para ellos matrices o troqueles creados artesanalmente por nuestros grabadores y torneros.
Historia:
Alcalá del Júcar es uno de los pueblos más pintorescos de Albacete, de ineludible visita para los amantes del turismo rural, de aventura o de quien quiera dejarse impresionar por el riquísimo patrimonio de un municipio único, declarado Conjunto Histórico – Artístico por Real Decreto de 1982.
Moneda turística de Alcalá de Júcar
Tal y como su nombre indica, se emplaza a orillas del río Júcar, en su tramo final en la comunidad castellano-manchega, antes de entrar a tierras valencianas, donde desemboca. En ese paso, el río traza una garganta que dibuja un sinuoso paso que constituye uno de los principales atractivos de Alcalá de Júcar, y que condiciona la disposición de las casas, que trepan por las laderas aprovechando el meandro.
Estrechas calles que trepan hacia el Castillo, pequeñas viviendas, escaleras escarpadas, huertecillas y por supuesto, las típicas cuevas, hacen de Alcalá del Júcar un conjunto arquitectónico y natural único.
El castillo de Alcalá del Júcar tiene su origen en los fortines levantados por los almohades a últimos del siglo XII y finales del siglo XIII, cuando esta zona del Júcar era frontera entre Castilla y el Imperio Almohade.
Por su importancia estratégica y por ser inexpugnable, el rey de Alfonso VIII de Castilla, lo conquista en 1211, pero lo pierde de forma rápida.
Será en el año 1213 cuando lo recupera para su corona, (en 1243 se cedió a Lope López por el futuro Alfonso X de Castilla).
Quedan pocos restos del castillo islámico, reduciéndose a las cortinas que bordean la plataforma, perteneciente a las reformas hechas por los cristianos.