HISTORIA:
La Catedral de Oporto, al igual que el primer cinturón de murallas de la ciudad, nació en el siglo XII por iniciativa de su primer obispo, D. Hugo. El templo también es conocido como la iglesia de Santa Maria do Porto, Nossa Senhora do Porto da Eterna Salvação o Nossa Senhora da Vandoma. Lo que atestigua la importancia que tiene el culto mariano en ella.
El edificio alcanzó su tamaño actual en el siglo XIII y en el siglo siguiente se añadió el claustro de estilo gótico. Al igual que la tumba del caballero João Gordo en la capilla de San Juan Evangelista.
Asimismo en el siglo XIV, el día 14 de febrero de 1387, los reyes D. João I y D.ª Filipa de Lancaster se casaron en la Catedral de Oporto. Le gente de Oporto se vistió con sus mejores galas y la ciudad se cubrió de flores y hierbas aromáticas para la fiesta de celebración.
Más tarde, en los siglos XVII y XVIII, el aspecto exterior e interior de la catedral fue modificado por el gusto barroco. De ese período data la transformación del portal (que aún conserva el rosetón medieval), de la fachada norte y de otros lugares, como la capilla mayor y la capilla del Santísimo Sacramento. Que desde entonces alberga un magnífico retablo de plata ejecutado por orfebres portuenses.
Puente Don Luis I
El río Duero es atravesado por varios puentes a su paso por Oporto. El más famoso de ellos es el Puente Don Luis I (Ponte Dom Luís I en portugués), que une la ciudad con Vila Nova de Gaia. Inaugurado a finales del siglo XIX, este puente de hierro es una de las imágenes más emblemáticas de Oporto.
Durante el siglo XIX, la ciudad de Oporto había experimentado un rápido crecimiento comercial que obligaba a mejorar las comunicaciones entre Miragaia. El barrio de pescadores de la orilla de Oporto, y Vila Nova da Gaia al otro lado del Duero.
Así, a comienzo de siglo se había puesto en marcha un puente hecho de barcas unidas por cables metálicos, que solucionaba temporalmente el problema pero no era viable a largo plazo.
De este modo, en 1879 el ayuntamiento de la ciudad decretó la construcción de un puente metálico sobre el Duero, que sería inaugurado finalmente en octubre de 1886.
La responsable del diseño del puente fue una empresa belga, la Société de Willebroeck. Específicamente uno de sus ingenieros, Téophile Seyrig, que había sido discípulo de Gustave Eiffel.
Lo más característico del Puente de Don Luis I es su gran arco de hierro, para cuya construcción fueron necesarias miles de toneladas de este material.